Cueva de la Falconera en Penya Segat
Una cueva misteriosa al nivel del mar a la que sólo podremos acceder por mar siguiendo el pie de un acantilado, un río subterráneo, una antigua leyenda de dragones, sirenas y tesoros, un paraje natural, un sitio histórico y un terrible desastre ecológico.
Hace ya bastante tiempo, navegando en un pequeño bote de vela por las costas del Garraf decidimos darnos un baño. Nos tiramos al mar enfrente del acantilado de La Falconera, una zona increíble por lo agreste de su naturaleza, un terreno pedregoso, desnivelado y riscoso, donde sólo crecen algarrobos, palmitos y matorrales. Es realmente un lugar salvaje, lleno de paz, el mar, las aves marinas… Sin darme cuenta tragué en poco de agua, llevándome la gran sorpresa de que el agua era dulce como la de un manantial. Miramos hacia el acantilado y vimos una cueva al nivel del agua. Al borde del acantilado podíamos hacer pie y entramos en la cueva. Era una pequeña sala llena de algas resbaladizas y malolientes. A mano izquierda había una salida con una escalera tallada en la roca que subía hacia el acantilado.
Este lugar me interesó y decidí preguntar a los pescadores de la zona. En la población de Garraf conocí a Josep, un anciano que había dedicado toda su vida a pescar. De carácter callado pero amable se sorprendió de que me interesase por aquella cueva y me contó el siguiente relato:
"Fa molts, moltíssims anys, tants que ningú sabria dir quants, dins de la cova de la Falconera hi havia un gran tresor. Aquest tresor estava guardat per una hermosísima sirena i un drac ferotge. Un dia un pescador de Vilanova va veure a la sirena rentant-se el cabell mentre cantava una cançó sobre el mar. El pescador va caure tan profondament enamorat que, sense tenir en compte el perill de desafiar al drac va confesar els seus sentiments a la sirena, que al veure la noblessa dels sentiments del noi li va correspondre. Però el drac, rabiós de gels, li va donar al pescador un brebatge verinós. Per sort, el jove va intuir les intencions del drac i va llençar el verí al mar. Des de aleshores l'aigua de la cova surgeix dolça tots els dies de l'any, excepte la nit de Sant Joan, en record de l'amor que va unir a la sirena i el pescador." (Folklore del Penedès - Pere Sadurní i Vallés).
El agua siempre había sido cristalina y buenísima pero por desgracia hoy en día está contaminada por los residuos de un gigantesco vertedero cercano. Como tantas otras veces la mano del hombre ha destruido un paraje natural de un modo probablemente irreversible. El vertedero del Garraf se inauguró en 1974 para almacenar los residuos del área metropolitana de Barcelona. Fue clausurado en enero del 2007 tras acumular 25 millones de toneladas de residuos urbanos, que ocupan 64 hectáreas y llegan a tener 100 metros de profundidad. Por desgracia cuando se inauguró el vertedero no se impermeabilizó el suelo, por lo que los residuos líquidos se han ido filtrando a través del sistema kárstico contaminando las corrientes de agua subterránea y las grutas que atraviesa, entre ellas La Falconera.
Este lugar me interesó y decidí preguntar a los pescadores de la zona. En la población de Garraf conocí a Josep, un anciano que había dedicado toda su vida a pescar. De carácter callado pero amable se sorprendió de que me interesase por aquella cueva y me contó el siguiente relato:
"Fa molts, moltíssims anys, tants que ningú sabria dir quants, dins de la cova de la Falconera hi havia un gran tresor. Aquest tresor estava guardat per una hermosísima sirena i un drac ferotge. Un dia un pescador de Vilanova va veure a la sirena rentant-se el cabell mentre cantava una cançó sobre el mar. El pescador va caure tan profondament enamorat que, sense tenir en compte el perill de desafiar al drac va confesar els seus sentiments a la sirena, que al veure la noblessa dels sentiments del noi li va correspondre. Però el drac, rabiós de gels, li va donar al pescador un brebatge verinós. Per sort, el jove va intuir les intencions del drac i va llençar el verí al mar. Des de aleshores l'aigua de la cova surgeix dolça tots els dies de l'any, excepte la nit de Sant Joan, en record de l'amor que va unir a la sirena i el pescador." (Folklore del Penedès - Pere Sadurní i Vallés).
Parece ser que la importancia de esta corriente de agua subterránea es tal que antiguamente los pescadores del Garraf proveían de agua dulce al pueblo recogiendo el agua en esta sima. En el año 1889 el conde Eusebio Güell, dueño de una extensa finca que contenía la Falconera, estudió la posibilidad de reconducir este caudal a Barcelona para abastecer de agua a la ciudad. A tal fin realizó una serie de túneles y pozos pero desistió ante el problema de que el gran caudal de agua se hallaba a demasiada profundidad. Como dato adicional, hay que comentar que en la finca Gaudí (amigo personal de Güell) construyó un hermoso edificio de bodegas actualmente reconvertido en restaurante (se permiten visitas).
El agua siempre había sido cristalina y buenísima pero por desgracia hoy en día está contaminada por los residuos de un gigantesco vertedero cercano. Como tantas otras veces la mano del hombre ha destruido un paraje natural de un modo probablemente irreversible. El vertedero del Garraf se inauguró en 1974 para almacenar los residuos del área metropolitana de Barcelona. Fue clausurado en enero del 2007 tras acumular 25 millones de toneladas de residuos urbanos, que ocupan 64 hectáreas y llegan a tener 100 metros de profundidad. Por desgracia cuando se inauguró el vertedero no se impermeabilizó el suelo, por lo que los residuos líquidos se han ido filtrando a través del sistema kárstico contaminando las corrientes de agua subterránea y las grutas que atraviesa, entre ellas La Falconera.
Cuando descubrí esta cueva, hace ya muchos años, todavía era un sitio encantador. Por desgracia cuando fui a revisarla para poner en ella un tesoro la encontré tan contaminada que incluso era desagradable, por lo que estuve a punto de abandonar la idea de esconder un tesoro en ese lugar. Sin embargo, al final decidí mantenerlo por tres motivos:
- El trayecto desde la playa es muy interesante, divertido y emocionante.
- La cueva sigue teniendo interés histórico con unas antiguas escaleras talladas en la roca que llevan a un pequeño mirador sobre el mar desde donde se puede descansar, tomar el sol, comer un bocadillo, etc.
- Es un claro ejemplo de desastre ecológico que vale la pena conocer y que sería bueno que no se volviera a repetir.
- Escalando: No tengo ni idea de escalada, así que los que quieran llegar por esa vía deberán informarse por su cuenta. Podéis encontrar más información aquí.
- Sendero: Los pescadores de la zona utilizan un sendero estrecho que va sobre el acantilado y cruza la vía del tren. Parece no apto para personas con vértigo ya que es estrecho y empinado. Además los trenes cruzan a gran velocidad por lo que se desaconseja tomar esta ruta.
- Embarcación: Una buena opción es el uso de una embarcación tipo kayak, barco de vela ligera, zodiac, moto de agua... Hay una empresa de alquiler de kayaks y todo el material necesario en Vilanova i la Geltrú (www.nootka-kayak.com) que incluso ofrecen excursiones guiadas por la zona.
- Nadando: Es la opción recomendada, quizá no tan cómoda como ir en embarcación pero también requiere menos preparativos. Si se va en grupo también es posible combinar que algunos vayan nadando y otros en una embarcación de apoyo.
- Es imperativo ir un mínimo de dos personas.
- Escoger un día con buen tiempo y mar muy calmada.
- El uso de traje de neopreno es muy recomendable por tres motivos: aisla del frío, ayuda a flotar, con lo cual también te cansas menos, y es una protección contra posibles roces con rocas (se puede alquilar en tiendas de submarinismo sin necesidad de tener titulación).
- Asimismo si se va nadando es prácticamente imprescindible usar gafas con snorkel (tubo para respirar) y aletas. Con este equipo nadar 350 metros con buen tiempo no es una distancia excesiva.
- Es conveniente llevar botines de neopreno o en su defecto algún tipo de calzado para poder caminar por la cueva. Cuidado al pisar algas ya que son muy resbaladizas.
- Si se va nadando con aletas el tiempo aproximado para llegar es de unos 20 a 30 minutos. La cueva es claramente visible, no hay pérdida.
- Se puede llevar una cámara sumergible, y no está de más llevar algo de comida y bebida en una bolsa hermética.
- La dificultad del terreno es orientativa. Cualquier persona que vaya a la piscina regularmente y escoja un día de mar tranquilo en verano no tendrá ninguna dificultad en hacer el recorrido. Por otro lado, una persona que no sea buen nadador y que intente hacer el recorrido con mal tiempo podría tener problemas. De todos modos siguiendo los consejos anteriores y aplicando el sentido común llegar a la zona del tesoro está al alcance de cualquier persona con un mínimo de forma física.
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