julio 21, 2022

Luna Naranja

La luna recibe los rayos del sol y los redirige hacia la tierra creando el mismo efecto que ocurre con el sol durante el atardecer. De esta forma cuando la luna está llegando al horizonte va cambiando su color desde un blanco pálido o amarillento hacia un amarillo fuerte o anaranjado, cuando la Luna está baja y el Sol está a punto de salir (o se acaba de poner), la Luna coge un tono amarillento (cálido, debido a la luz que se refleja sobre ella) muy bonito y especial. Esto puede hacer que en algunas fotografías la Luna pueda parecer que es el Sol, debido a este color. Hay que saber que la Luna es capaz de iluminar un paisaje con su luz, sobre todo si realizamos largas exposiciones.

También es posible que debido a la atmósfera, la Luna aparezca deformada, como cuando miramos a ras de una carretera de asfalto muy caliente.

Si te gusta realizar largas exposiciones nocturnas también puedes probar a hacerlo en noches con Luna. Para que no se queme demasiado la fotografía se puede hacer en noches posteriores a la Luna Nueva.

Y un detalle importante, en el hemisferio Norte, cuando la Luna está creciendo la forma que tiene es la de una D. Y cuando decrece tiene forma de C. Esto es al revés en el hemisferio Sur, donde es más fácil recordarlo puesto que la forma de la Luna tiene la forma de la primera letra (Creciente o Decreciente).

La luz de la luna es un reflejo de la luz que emite el sol sobre su superficie, carece de luz propia, algo similar sucede cuando el cielo nos presume una luna vestida de rojo o de azul. Ambos fenómenos son raros, y aunque parezcan sacados de un libro de fantasía, hay una explicación científica detrás de ellos.

Obviamente la luna no cambia de color. Es decir, la superficie de los planetas y sus satélites no cambian de aspecto de un momento a otro y sólo durante unos minutos, lo que cambia es cómo nuestros ojos perciben su color.

El hecho de que veamos la luna más azul o más roja de lo habitual depende de la química y la física. Como explica la NASA, los colores de la superficie lunar dependen en gran parte de las concentraciones de hierro y titanio presentes en ella. Las variaciones en esos elementos cambian la reflectancia de las regiones, por ello es que no vemos la luna sólo como un círculo blanco, sino con diferentes gamas de grises en su interior.

La presencia de óxido de titanio, además de modificar qué tanto se refleja la luz, también hace que el satélite parezca cambiar de colores: del rojo al azul. Incluso hasta el estado físico de la superficie de la luna puede cambiar cómo la vemos desde la Tierra.

La explicación de la NASA de por qué la luna se tiñe de rojo durante los eclipses suena tan romántica que parece sacada de una novela de amor nostálgico. Pero no, es pura ciencia. En ese momento, la luna eclipsada refleja la luz enrojecida proveniente de todos los amaneceres y atardeceres que se filtran desde diversos puntos del planeta. Naranja o roja: esta es la explicación detrás de todas ellas.

Luna Azul 

En cambio, lo que ocurre con la luna azul es muy distinto. Para empezar, las lunas azules no existen como tal. Lo normal es que cada mes del año cuente con una luna llena, pero cuando una segunda logra asomarse en el mismo mes, recibe el nombre de "luna azul". Este fenómeno se repite, más o menos, cada dos años y medio, como detalla la NASA. De hecho, en inglés se utiliza la frase "once in a blue moon" ("una vez en la luna azul") para referirse a sucesos raros que casi nunca pasan.

No es posible que la fecha del calendario cambie las propiedades físicas de un astro, por lo que la luna azul se ve igual que cualquier otra. Pero eso no quiere decir que las lunas de color celeste sean un mito. Son todavía más extrañas que las rojas, pero sí son reales.

Cuando en la atmósfera hay partículas que dispersan la luz azul, la luna se ve roja. Y al revés, cuando las partículas dispersan la luz roja, la luna se maquilla de azul. Esto puede suceder debido a un gran incendio o a la explosión de un volcán. Así sucedió cuando el volcán Krakatoa hizo erupción en Indonesia en 1883, y también con El Chichón en México, en 1983. Las cenizas de ambas erupciones modificaron las condiciones atmosféricas de tal manera que la luna se vio azul para sus habitantes.

Es decir: aunque la luna se vista de colores, luna se queda. Por cierto, ¿ya sabías que en abril podremos ver una luna rosa?

Cuando la luz de la Luna entra en contacto con la atmósfera terrestre, parte de los colores del arco iris, se dispersan, concretamente, los azules, verdes y violetas, quedando fijos los tonos amarillentos y rojos que nos producen ese tono anaranjado a nuestra vista.

Para fotografiar la Luna:

  1. Averigua en qué fase se encuentra
  2. Busca un buen lugar
  3. Cuanto más oscuro mejor
  4. Prepara tu equipo
  5. Utiliza un mando a distancia o modo retardo
  6. Usa el modo de medición puntual
  7. Distancia focal máxima
  8. Apertura media
  9. ISO al mínimo
  10. Ni muy rápido, ni muy lento
  11. Bloquea el espejo para mayor estabilidad
  12. Revisa las fotos al 100%

A pesar de que pueda parecerte una tarea relativamente simple, obtener los mejores resultados a la hora de fotografiar a la luna no es para nada sencillo.

Como en la mayoría de los casos, las fotos de la luna se realizan en horarios nocturnos

A pesar de que no parezca, la luna se mueve muy rápido, por lo que deberás realizar una correcta medición y exposición para encontrar la velocidad de obturación ideal. 

En condiciones de escasa luz, es muy probable que tus fotografías salgan movidas 

Características material necesario

Un buen objetivo con zoom ideal 600 mm

Trípode, Por más estabilizadores que traigan las cámaras de fotos actuales, si quieres obtener los mejores resultados, lo ideal será que te hagas con un buen trípode para ganar estabilidad. 

Disparador 

Lo ideal, ya que vas a trabajar con distancias focales muy largas, es que utilices un mando a distancia al disparar tu cámara y así evitar que, al presionar el obturador, muevas accidentalmente tu cámara. De todas formas, podrás utilizar el modo “retardo de disparo” que todas las cámaras traen en su menú, y así evitar estar en contacto con la misma en el momento del disparo.

FASES DE LA LUNA

Antes de salir a hacer los mejores retratos que jamás alguien le haya hecho a la luna, deberás primero conocer en qué fase se encuentra esta. ¿Por qué? Imagínate atravesar un campo para llegar a un lago, plantar el trípode, configurar tu cámara y al cabo de unas horas de espera, caes en cuenta de que hay luna nueva.




1. AVERIGUA EN QUÉ FASE SE ENCUENTRA

Como la protagonista de este artículo es la luna, lo primero que debes asegurarte es de que esté visible y en una fase que te resulte interesante para retratarla. Puedes hacerlo en luna llena, o bien cuando crece o mengua. Busca lograr el mayor impacto visual.


2. BUSCA UN BUEN LUGAR

La luna estará allí, siempre por encima de tu cabeza, el problema es donde vas a pararte tú para poder retratarla. Busca superficies que te permitan trabajar cómodamente con tu equipo y en donde puedas apoyar firmemente tu trípode.

3. CUANTO MÁS OSCURO MEJOR

A pesar de que puedes realizar unas increíbles fotos de la luna de día, primero inténtalo en las condiciones ideales: en la oscuridad de la noche. Así mismo, no es lo mismo realizarlas en una ciudad que refleja mucho su luz en la atmósfera, que en el medio de un campo. Deberás configurar tu equipo de acuerdo al lugar donde vayas a realizar las tomas.

4. PREPARA TU EQUIPO

Una vez elegido el lugar, monta tu trípode de manera que quede lo más estable posible. Si no sabes cómo hacerlo, aquí tienes una pequeña ayuda sobre cómo montar correctamente un trípode. Ten cuidado de llevar contigo unas linternas, ya que en la oscuridad de la noche es posible que pierdas parte de tu equipo, si no tienes el suficiente cuidado.

5. MANDO A DISTANCIA O MODO RETARDO

Con el fin de evitar que por presionar el disparador termines moviendo toda la cámara, utiliza un disparador a distancia o bien configura la cámara en “modo retardo” en 5 o 10 segundos, de manera que puedas alejarte de ella con suficiente tranquilidad y sin tirar nada.

6. UTILIZA EL MODO MEDICIÓN PUNTUAL

Ya que la protagonista de la toma es la luna, configura tu cámara para que mida la luz de manera puntual. De este modo, podrás medir con tu cámara correctamente la luz de la luna para la escena.

7. DISTANCIA FOCAL MÁXIMA

Para lograr el mayor acercamiento, utiliza la máxima distancia focal que permita tu objetivo “zoom”. La distancia focal se mide en milímetros y ésta dependerá del objetivo que estés utilizando o del que traiga incorporado tu cámara digital compacta o bridge. Sea cual fuera tu cámara, haz zoom al máximo y procura enfocar al infinito.

8. CONFIGURACIONES 

Para lograr captar la mayor cantidad de detalle en la superficie lunar, es recomendable utilizar diafragmas medios. Si la apertura de diafragma de tu objetivo va de f/3,5 a f/22 utilizar un diafragma en f/8 u f/11 sería ideal. Al cerrar el diafragma, dejarás ingresar al sensor “menos luz” pero aumentará la profundidad de campo. Enfoque manual y el filtro polarizante nos ayuda a eliminar brillos.

Teniendo en cuenta la cantidad de luz que emite la luna es importante elegir una velocidad de obturación rápida. Los ajustes que mejor resultado ofrecen son: entre ISO 100, apertura f10 y obturación 1/125 e ISO 200 y obturación alrededor de 1/250 con apertura f16.

9. SENSIBILIDAD AL MÍNIMO

Al trabajar en condiciones de escasa luz, reducir al mínimo, en la medida de lo posible, la sensibilidad ISO ayudará no sólo a reducir el ruido de la fotografía, sino también a lograr un cielo bien negro.

10. NI MUY RÁPIDO, NI MUY LENTO

La velocidad de obturación no debe ser lo suficientemente rápida como para que la fotografía salga totalmente oscura, ni tan lenta que, producto del movimiento de la luna, termine dibujando una estela blanca en el sensor. Deberás buscar el equilibrio entre sensibilidad, apertura y velocidad de obturación para lograr una correcta exposición. Puedes comenzar disparando a 1/125s e ir aumentando o disminuyendo la velocidad de obturación según te parezca.

11. BLOQUEA EL ESPEJO PARA MAYOR ESTABILIDAD

Las cámaras réflex trabajan con espejos que permiten visualizar la escena por el visor antes de que se levanten y permitan así, que la luz llegue al sensor. Al levantarse el espejo, puede generar vibraciones en la cámara. Utiliza el modo Live View si notas trepidación en tus fotografías lunares.

12. REVISA TUS FOTOS DE LA LUNA AL 100%

Una vez hayas realizado la toma, no te conformes con ver que el visor la muestra nítida. Las pequeñas pantallas de las cámaras pueden engañar a nuestros ojos, por lo que te recomiendo que visualices las fotografías al 100% del zoom para así verificar la nitidez de éstas.

13. DEL VISOR AL ORDENADOR. EDICIÓN

Una vez hayas bajado tus fotos de la luna, puedes retocarlas, reforzar las luces y sombras, mejorar el contraste, recortarlas, etc. mediante el software de edición que mejor manejes.

LA LUNA COMO ELEMENTO COMPOSITIVO

Lo más probable, en un principio, es que sólo quieras tomarle una buena fotografía a la luna con tu flamante cámara para presumir delante de tus amigos o ampliar tu archivo, pero al poco tiempo, y a medida que adquieras más y más conocimientos, comenzarás a ver a la luna como un medio para trasmitir o reforzar un mensaje.

Una fotografía es realmente impactante no sólo cuando se logra una buena composición o si el sujeto u objeto es lo suficientemente atractivo, sino que lo que diferencia una buena fotografía de una excepcional, es la sensación que logra trasmitirle al observador.

La luna ayuda a reforzar el mensaje, a trasmitir sensación de atmósfera y de lugar en las fotografías, su luz tiñe las escenas de dramatismo y su sola presencia carga de emotividad cualquier fotografía. El clima que genera, la luz que refleja, los sentimientos que trasmite la han convertido en un medio para que tus fotografías den un salto de calidaD

INSPIRACIÓN

Es interesante incluir otros elementos que doten de sentido estético, visual o narrativo a la escena.




















Montaña mágica

Descripción picos: Album Compartido Rafel Alsina Dalmau